En los últimos días, la preocupación por la cantidad de plásticos en nuestros mares y océanos ha inundado las redes sociales y las noticias, como es el caso del reciente descubrimiento de un gran depósito de plástico cerca de la isla de Ons publicado por «La Voz de Galicia«. Lo cierto es que asociaciones medioambientales, como Greenpeace, llevan años alertando de este grave problema y es que el se calcula que entre el 60 – 80% de la basura marina está compuesta por plástico.

La producción de plástico ha aumentado en los últimos 50 años llegando en 2013 a los 299 millones de toneladas a nivel mundial. Una gran cantidad de este plástico está representado por embalajes de un solo uso que generan montañas de residuos y que pueden terminar en ríos y océanos a través de los sistemas de drenade de aguas de las zonas urbanas, por el agua que fluye  a través de los vertederos, los vertidos de basura deliberados, los vertidos accidentales de los barcos… Una vez en el medio marino los animales se pueden enredar, asfixiar, estrangular o provocar malnutrición siendo los microplásticos los que más se propagan en la cadena alimentaria debido a su pequeño tamaño, pudiendo ser ingeridos por una gran variedad de organismos. La gran cantidad de plástico que hay en el medio marino es especialmente preocupante debido a su facilidad de dispersión y sus diferentes tamaños, siendo los microplásticos los de mayor riesgo para la fauna marina. Este tipo de plástico tiene menos de 5 mm de diámetro o longitud y forma esférica, de fragmento o filamento.

El microplástico presenta más peligros ya que introduce sustancias químicas en el organismo como bifenilos policlorados (PCB), polipropileno, poliéster, poliuretano, etc. pudiendo liberarlas al agua que les rodea o atraer sustancias químicas hacia ellos causando problemas de toxicidad en los organismos marinos.

Para intentar no agravar este problema, como consumidores podemos realizar pequeños cambios en nuestros hábitos que contribuyan a la reducción de plásticos en el medio ambiente tales como:

  • Comprar alimentos a granel
  • No utilizar bolsas ni pajitas de plástico
  • Comprar agua en botellas de cristal
  • Optar por productos empaquetados en cartón o papel
  • Evitar los productos desechables
  • Cocinar utilizando utensilios de madera, bambú o acero inoxidable
  • No comprar productos embasados con una gran cantidad de plástico
  • Utilizar bolsas de la compra reutilizables

Os dejamos este vídeo de una iniciativa de un supermercado alemán que ha eliminado por completo el uso de plástico en su establecimiento:

https://youtu.be/Q8UeqMbw6-8