La escasez de pulpo que se está viviendo durante esta campaña hace que, al carecer de su principal depredador, la nécora inunde nuestros mercados y lonjas pudiendo encontrar este crustáceo en las plazas de abastos de la Ría de Pontevedra.

La especie que podemos encontrar en nuestras aguas es la Necora puber, un crustáceo decápodo del infraorden Brachyura que posee una concha en forma hexagonal de color marrón parduzco y atercipelado con cinco dientes curvados a cada lado del borde frontal. Presenta 5 pares de patas, con el primer par terminado en pinzas y el último par modificado en forma de «palas».

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Habita fondos poco profundos, hasta los 70 m, en áreas con rocas y también en zonas arcillosas, como pueden ser los polígonos de bateas. Tiene actividad nocturna y pasa el día escondida entre rocas y algas (laminarias) aunque también se puede enterrar en la arena. En cuanto a su alimentación esta es omnívora alimentándose de algas, sustancias orgánicas y restos en estado de descomposición aunque en ocasiones muestra canibalismo.

 

Al tratarse de un crustáceo, el crecimiento de la nécora se realiza mediante la muda de su exoesqueleto siendo vulnerable, al igual que el resto de crustáceos (como langosta, bogavante, etc) durante el periodo de muda.

Presenta los dos sexos separados,  por lo que tras la cópula se produce el desove en los meses de invierno y primavera (sobre todo de enero a marzo), llegando a producir unos 200.000 huevos en una sola puesta.

En cuanto a su captura esta se realiza por las noches con nasas y, en menor medida, con trasmallo o bou de vara. Hay que tener en cuenta que está sujeta a las vedas (desde enero a junio) y que está rigurosamente prohibida la captura y venta de nécoras con huevos.